Teresa Lanceta
El panorama de creación en lo textil me parece, salvo contadas excepciones, lleno de amaneramientos por un lado o de falsos experimentalismos por otro. Parece que los artistas no se atrevan, sin más, a hacer tapices totalmente planos o a saber encontrar (cosa difícil) la poética de la sencillez. Teresa Lanceta, desconocida hasta ahora en los circuitos «oficiales» pero reconocida y admirada por unos cuantos amantes del arte verdadero, recupera, a mi entf(Jnder, la frescura y la originalidad de una Günta Stolzt, aquella gran artista de la Bau Haus. Las alfombras y los te¡Ydos norteafricanos, algunos motivos del arte primitivo y popular y su propia imaginación, están en la base de estos maravillosos tapices que uno no se cansa de ver jamás. Color o geometría, magia o símbolo, se dan la mano en esta obra llena de intensidad.poética.
VICTORIA COMBALIA
Agosto de 1987