Tejidos
Los tejidos no suelen estar en los libros de arte si no van acompañados por un adjetivo que matice su cualidad artística, como suntuario, popular o artes aplicadas, diferenciándolos de esta manera de otras actividades más apreciadas, como la pintura o la escultura. Esta disimilitud rebota en detrimento del mismo concepto de arte al constreñir su universalidad porque, ¿dónde reside la universalidad del arte? Esta posición periférica de los tejidos no es solo metafórica sino una realidad porque periféricas son también las sociedades donde aún se teje y periféricos son los lugares donde viven los tejedores, castigando con ello la precariedad económica de unas culturas que, en estos momentos, incluso podrían erigirse como modelos de sostenibilidad artística al aunar uso y arte.
Tejer es una técnica hipnótica basada en la repetición de un mismo movimiento cuyos resultados no se perciben de inmediato. La imposibilidad física de ver la pieza ya que se enrolla a medida que se va tejiendo, enriquece el fragmento y le da autonomía, al tiempo que exige una comprensión global de la composición que debe guardarse en la memoria durante el largo período de ejecución. En el telar no se puede corregir lo hecho, o bien se corta y se desecha, cosa que no se hace, o bien se crea una composición que asuma y transforme el error. El trabajo del telar es como la vida: lo hecho, hecho está y se ha de vivir con ello.
Catálogos:
- El Tapis à Catalunya al segle XX. Fontana d'Or. Girona. 1977.
- Teresa Lanceta. Sala de Exposiciones de la CAM. Alicante. 1987.
- Teresa Lanceta. Galeria Miguel Espel. Madrid. 1995.
- Síntesis. 15 años de becas Endesa. Edificio Endesa. Madrid. 2005.