La Alfombra Española, siglo XV
La alfombra española es un proyecto abierto
En el siglo XV había en Albacete una esplendorosa industria de alfombras. Muchas de las pocas que se conservan están en museos americanos y europeos (las monjas clarisas vendieron 44). En España queda un número reducido de ellas: en Madrid, en el Museo de Artes Decorativas, en el Instituto Valencia de Don Juan y en Burgos, en las Clarisas de Medina del Pomar. Muchos pintores de la época las representaron en sus cuadros: Pedro de Berruguete, Diego de la Cruz o Jorge Inglés entre otros.
De inspiración y ejecución islámica, estaban destinadas a importantes familias cristianas. Familias de poderosos señores de la guerra que, al tiempo que conquistaban la tierra y les expulsaban, compraban estas maravillosas alfombras mudéjares que muestran, en sus pronunciados marcos y en la implantación de los escudos cristianos, el sometimiento al que estaban expuestos sus creadores y la cultura que éstos sustentaban.
Traducen el espíritu de su tiempo. Generalmente tienen unos marcos muy amplios y señalados como si nos quisieran decir que el espacio se constreñía más y más Ese campo central se hacía pequeño y, en ocasiones, invadido por escudos heráldicos de los señores cristianos que las compraban. Hoy, con su lenguaje, nos recuerdan que existió una cultura distinta y que fue derrotada pero que mientras duró, brilló con luz propia. Estas alfombras son testimonio de ello.